Subastas de interrumpibilidad de 2015 y competitividad industrial

Se ha demostrado que la industria es el sector que mejor aguanta las crisis económicas y la muestra es que, en la reciente crisis que hemos sufrido, los estados que tienen una industria potente la soportan mejor, como es el caso de Alemania.

El objetivo de lograr que la industria de la UE alcance un peso del 20% del PIB europeo en 2020, es un reto que también ha calado en nuestro gobierno que, en julio del pasado año, aprobó “La agenda para el fortalecimiento del sector industrial en España” y donde destaca un aspecto clave, con un conjunto de medidas, para mejorar la competitividad del precio energético para la industria española. Es necesario que esas medidas se desarrollen y profundicen para lograr que la industria electro-intensiva española logre cuanto antes un suministro eléctrico CEP, Competitivo, Estable y Predecible.

En la situación actual de isla eléctrica que es España, una de las medidas que se ha demostrado eficiente para el sistema eléctrico que, garantiza la seguridad del suministro y favorece la integración de las energías renovables en el sistema, es el servicio de gestión de la demanda de interrumpibilidad.

En la semana de 31 de agosto y durante cuatro días, en IFEMA de Madrid, se celebraron las subastas de asignación del servicio de gestión de la demanda de interrumpibilidad para la temporada 2016, organizadas por el Operador del Sistema (Red Eléctrica de España) y bajo la supervisión de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), con las características anunciadas en sus convocatorias.

Los asociados en AEGE (asociación de empresas con gran consumo de energía) son proveedores del citado servicio y han participado en las citadas subastas, compitiendo entre sí y con el resto de industriales proveedores del servicio.

Durante las subastas se asignaron un total de 8 bloques de 90 MW y 434 bloques de 5 MW, incluidos los correspondieron a las subastas adicionales.

La práctica ganada con las subastas del año pasado ha permitido un desarrollo más equilibrado de éstas. Se han adjudicado 2.890 MW, por un importe total de 502,8 millones de euros.

AEGE reitera la importancia de que a futuro se establezca un sistema que permita una visibilidad a medio plazo, con el objetivo de garantizar un suministro eléctrico de precio CEP, respetando en todo momento las reglas fijadas por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

AEGE confía en que la experiencia obtenida a través de estas subastas y las realizadas el año pasado ayude a consolidar y optimizar el sistema de asignación.

El Servicio de Interrumpibilidad, que se ofrece al Operador del Sistema, es un mecanismo que permite garantizar el equilibrio del sistema eléctrico en situaciones de emergencia y evitar apagones.  Flexibiliza el funcionamiento del sistema y facilita la integración de las energías renovables.

El Servicio de Interrumpibilidad es el seguro del sistema eléctrico. Su retribución facilita un acercamiento del precio eléctrico final que paga el industrial electro-intensivo español, al del entorno, aunque la diferencia con Alemania sigue existiendo, y sin que el resto de los principales competidores europeos tengan que realizar unos esfuerzos tan exigentes para lograr precios eléctricos competitivos. En particular, entre otros, se exigen requisitos relacionados con la disponibilidad del recurso (más del 91% de las horas del mes, para el producto de 90 MW), consumo en horas valle (más del 55% de la energía anual, para el producto de 5 MW), previsión de consumo (con una antelación mensual), medidas y comunicación permanente con el OS. Para acceder a la retribución del servicio es necesario cumplir escrupulosamente estos rigurosos requisitos en todo momento, o de lo contrario sufrir duras penalizaciones.

El sistema de asignación mediante subastas se está demostrando eficaz en cuanto a someter a la industria a competencia para la prestación de este servicio. No obstante consideramos interesante plantear otras alternativas y/o incorporar algunas medidas relacionadas con la duración de la prestación del servicio, dotación económica, etc., que esperamos puedan ser atendidas en el futuro próximo.

El precio de la electricidad es fundamental para la competitividad de la Industria electro-intensiva española, que se mueve en un marco global en el que compañías de otros países juegan con ventaja. Así, el precio de la electricidad en el mercado eléctrico español de enero a agosto de 2015, ha sido de casi 50 €/MWh, frente a los 37 €/MWh del mismo periodo de 2014, un 34% más caro.  En Alemania en 2015 el precio eléctrico es de 31 €/MWh, lo que supone una diferencia de 19 €/MWh, un 38% más barato que el  español.

Estas diferencias de precio de la electricidad en los mercados, junto con las ventajas que obtienen los principales competidores europeos en la partida de los costes regulados, hacen que el precio final eléctrico esté lejos de ser competitivo en España, en particular si se compara con sus principales competidores internacionales. Si se quiere reindustrializar España, consideramos prioritario consolidar la industria existente, para evitar deslocalizaciones a terceros países, y para ello es preciso que ésta disponga de un suministro eléctrico CEP. Producir en la UE es más sostenible que hacerlo en terceros países.

Mientras España siga siendo una isla eléctrica, y el mercado eléctrico único europeo sea una quimera, será preciso contar con el servicio de gestión de la demanda de interrumpibilidad.

La industria electro-intensiva española requiere una política energética que le permita competir en igualdad de condiciones con nuestros competidores internacionales. Esperemos que los pasos que se den en el futuro próximo, vayan en esa dirección.